viernes, 26 de octubre de 2018

YOGA: CUERPO Y ALMA EN ARMONÍA


El yoga es un estilo de vida que sana, cuida y fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu mediante la práctica de la respiración y la meditación. Practicado en la India desde hace miles de años, se ha convertido en uno de los sistemas de acondicionamiento físico y espiritual con más seguidores en nuestros días.


El hinduismo es una de las culturas más complejas del mundo. El yoga forma parte de su tradición religiosa, espiritual, cultural y social. Hay textos de hace miles de años que ya hablan sobre prácticas de meditación, respiración, trascendencia del yo y una serie de posturas que ayudan a purificar el cuerpo.

Existen más de cien tipos de yoga. En occidente se conocen y se practican diversos estilos que derivan del Hatha Yoga, uno de los más dinámicos. Los hay más espirituales, como el Yoga Kundalini, o más físicos y exigentes, como el Yoga Bikram, que se practica en una habitación caliente (a la temperatura normal en la India). Incluso existe un yoga facial para relajar y tonificar los músculos de la cara.



Durante una sesión de yoga, que suele durar entre una hora y una hora y media, se practican diferentes posturas armonizadas con la respiración, beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente. Las posturas tienen diferentes grados de dificultad, desde las más sencillas para principiantes, hasta las más extremas que practican los alumnos avanzados.
La mayoría de las clases suele comenzar con un calentamiento llamado “Saludos al Sol”, que comprende una sucesión dinámica de posiciones que se inician de pie y nos hacen bajar hasta el suelo para calentar y lubricar músculos y articulaciones. Todo ello combinado con la respiración, que nos ayuda a generar calor y energía corporal.
Después del calentamiento se comienza con las posiciones estáticas, siempre realizando una postura y su contrapostura para trabajar el cuerpo y la musculatura de forma equilibrada. Si la clase es dinámica, como en el caso del Yoga Flow, Power, Dinámico o Asthanga, las posturas se harán en movimiento, de forma fluida.



Todas las clases de yoga terminan con una relajación de unos 10 o 15 minutos en la que se devuelve al cuerpo y a la mente a la calma. Según el estilo de yoga o el profesor, también puede hacerse una meditación final.

Beneficios del yoga para la salud

La práctica del yoga en cualquiera de sus modalidades produce un gran cambio, no sólo físico, en quienes entrenan sus múltiples posturas, porque proporciona control, equilibrio y paz interior. Las posturas brindan estabilidad a los órganos, mejoran la circulación sanguínea y la flexibilidad muscular, y ayudan a que las articulaciones, los músculos y otras partes del cuerpo funcionen correctamente.


Las posturas no sólo ejercitan los músculos, la fuerza, resistencia y equilibrio, sino que masajean los órganos internos, activan el metabolismo (practicando yoga habitualmente se queman muchas calorías, sobre todo en reposo), se oxigenan el organismo y se mejora el funcionamiento intestinal. Este es el caso de las posturas invertidas, que renuevan el flujo sanguíneo, rejuveneciendo el organismo desde dentro.


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